Acabamos de comenzar junio, el mes del Orgullo LGTB+. Y queríamos comenzarlo hablando de un colectivo muchas veces olvidado dentro del propio movimiento LGTB+, las personas mayores. Las personas mayores LGTB+ sufren una doble invisibilización en general, y en concreto respecto a su sexualidad: primero por ser mayores y segundo por pertenecer al colectivo LGTB+.
Los mensajes que recibimos habitualmente de los medios de comunicación y de la sociedad es que las personas «sexualmente activas» son personas cisgénero, heterosexuales, jóvenes, que encajan en el modelo de belleza actual y sin diversidades funcionales o discapacidades. Esto tiene como consecuencia que muchas veces queden insivibilizadas las sexualidades de las personas que no entran dentro de estos modelos. Centrándonos en el tema de la edad, existe la creencia de que las personas mayores no tienen vida sexual. Si muchas veces nos hacemos a la idea de que nuestros padres y madres «ya no hacen esas cosas», no hablemos ya de nuestros abuelos y abuelas.
En el caso de personas mayores LGTB+, se pueden llegar a juntar bastantes elementos que conllevan dicha invisibilización: el hecho de ser mayores, no ser cisgénero y/o no ser heterosexuales y tener alguna diversidad funcional sobrevenida de la edad, entre otras cuestiones. Pero la realidad es que todas las personas somos seres sexuados y tenemos sexualidad desde que nacemos hasta que morimos, y ésta va cambiando a lo largo del ciclo vital. A partir de ciertas edades se dan cambios hormonales y físicos en nuestros cuerpos, lo cual puede llevar a cambios en la vivencia de la sexualidad en algunas personas. Pero eso no significa que la vida sexual se termine. Aun con los cambios asociados a la edad, las personas mayores pueden tener deseo, excitarse, tener ganas de tocar a otras personas o a sí mismas y tener relaciones sexuales. Sobre todo si entendemos las relaciones sexuales como algo más amplio que lo centrado en la genitalidad y en la penetración. Los besos, las caricias, las muestras de afecto, tocamientos, etc., son también relaciones sexuales y la sexualidad no tiene fecha de caducidad.
Incluso cuando pensamos en el mundo LGTB+ y en concreto en el Orgullo, lo que se nos viene a la cabeza muchas veces son personas jóvenes y guapas. Y nos olvidamos de que las personas que hoy son mayores fueron las que iniciaron el movimiento activista LGTB+. Desde Afines Sexología recomendamos la serie «When we rise«, que cuenta la historia del activismo LGTB+ desde su inicio hasta nuestros días a través de activistas que estuvieron al pie del cañón en los años 70, como Cleve Jones, Roma Guy o el fallecido Gilbert Baker, quien diseñó la bandera arcoíris. Todas estas personas y otras muchas que aportaron su granito de arena en aquella época, hoy pasan los 60 años y algunos ya han fallecido. Y son a quienes hay que agradecer todos los avances y derechos que se han alcanzado a día de hoy.

Gilbert Baker, diseñador de la bandera arcoíris
A nivel estatal, la Fundación 26 de Diciembre trabaja para visibilizar la realidad de la población mayor LGTB+ y crear redes. Recientemente, la Comunidad de Madrid ha cedido un edificio a la fundación que se convertirá en la primera residencia para mayores LGTB+ en diciembre de este año. Esto puede facilitar la calidad de vida de este colectivo, ya que algunas personas mayores LGTB+ no cuentan con redes de apoyo suficientes en esta etapa de la vida. Además, para algunas personas el hecho de tener que enfrentarse a salir una vez más del armario en edades avanzadas, al entrar en las residencias habituales, puede suponer un estresor más ante un evento que de por sí supone grandes cambios.
Para terminar nuestro artículo de hoy, os dejamos recomendaciones de algunas películas y series de temática LGTB+ que tratan el tema de la vejez o tienen personajes relevantes que son mayores.
- El amor es extraño. Cuenta la historia de una pareja de hombres mayores que decide casarse después de 40 años de relación y cómo influye eso en sus vidas, cuando a uno de ellos le despiden del trabajo y tienen que irse a vivir a casas separadas. Aunque tenga pinta de drama, es una película muy tierna y con sus momentos divertidos.
- Transparent. Cuenta la historia de una mujer transexual que sale del armario cuando ya es mayor. Aborda muchos temas relativos a la diversidad en la vivencia de las sexualidades, en cuanto a identidad y orientación sexual, BDSM, poliamor y otras muchas. Además, tiene capítulos en los que salen momentos y personajes históricos en la Sexología, como Magnus Hirschfeld. Debido a las acusaciones de abuso sexual a distintas colaboradoras de la serie, el actor que interpreta a la protagonista, Jeffrey Tambor, fue despedido el pasado año y no continuará con su personaje en la próxima temporada. Independientemente de estos hechos que condenamos, consideramos que la serie hace una representación inclusiva y cercana de la diversidad.
- 3 generaciones (About Ray). Esta película trata la vivencia de un adolescente transexual y el acompañamiento por parte de su familia. La maravillosa Susan Sarandon da vida a la abuela del chico, que mantiene una relación de pareja con otra mujer.
- Vicious. Para acabar con un toque de humor inglés, recomendamos esta comedia británica que cuenta con sarcasmo el día a día de una pareja de hombres (Ian McKellen y Derek Jacobi) que lleva toda la vida juntos.
- Priscilla, reina del desierto. Este maravilloso clásico del cine LGTB+ cuenta el viaje en caravana por el desierto de tres transformistas, una de ellas una mujer mayor transexual.
¿Se os ocurren más películas y series?

Imagen de la película «Priscilla, reina del desierto»
Referencias: