Seguro que alguna vez has escuchado eso de que la bisexualidad es una etapa, que las personas bisexuales están indecisas, que son unas viciosas o incluso que la bisexualidad no existe. Hay muchos mitos y prejuicios alrededor de esta orientación sexual y desde Afines Sexología pensamos que resulta necesario visibilizar de forma realista y positiva esta orientación del deseo como una más. Por ello, en nuestro artículo de esta semana os hablamos de la bisexualidad en primera persona.
Según Robyn Ochs, la bisexualidad es la capacidad de sentir atracción romántica, afectiva y/o sexual por personas de más de un género/sexo, no necesariamente al mismo tiempo, no necesariamente de la misma manera y no necesariamente en el mismo grado ni con la misma intensidad. Aclaremos un poco qué quiere decir todo esto. Las personas bisexuales podemos sentirnos atraídas hacia más de un sexo o género; es decir, podemos sentirnos atraídas tanto por hombres como por mujeres, ya sean cisexuales o transexuales, así como por personas de otros géneros, como los géneros no binarios. Esta atracción no tiene por qué darse con la misma frecuencia o intensidad hacia todos los géneros; puede haber personas que sientan una atracción parecida por todos los géneros y habrá personas que sientan más atracción por unos géneros que por otros. Además, esta atracción puede sentirse de manera diferente dependiendo del género de la otra persona, de forma que haya géneros que nos atraigan de una forma más sexual, otros de una manera más romántica, etc. Y todo esto puede ir variando a lo largo de la vida. Aunque la orientación sexual es algo relativamente estable, las personas podemos sentir ciertas diferencias en nuestra sexualidad según el momento vital en el que nos encontremos. Dependerá de cada cual, ya que hay tantas sexualidades como personas existen.
Según algunos estudios, las personas bisexuales tardamos más en ser conscientes de nuestra orientación sexual que las personas que tienen otras orientaciones. Parte de mi investigación de fin de máster en Sexología estuvo dedicada a estos temas y tomando los datos obtenidos, de media, las personas heterosexuales son conscientes de que se sienten atraídas hacia el sexo opuesto hacia los 11 años; las personas homosexuales se dan cuenta de que les atraen las personas de su mismo sexo a los 14 años aproximadamente; y las personas bisexuales a los 16 años de media. A la hora de salir del armario nos pasa lo mismo. Mientras que las personas heterosexuales suelen expresar su atracción hacia otras personas desde edades tempranas, las personas homosexuales suelen salir del armario a una edad media de 18 años y las personas bisexuales lo hacemos a los 20 años de media. Algunas de las interpretaciones que se le dan a todo esto es que las personas bisexuales tardamos más en integrar nuestra orientación porque tenemos que descartar no una, sino las dos orientaciones sexuales predominantes (heterosexual y homosexual). Es decir, tenemos que pasar por el proceso de darnos cuenta de que no somos heterosexuales… pero tampoco homosexuales. Y también tardamos más en salir del armario, probablemente por el estigma y la bifobia.
La FELGTB define la bifobia como el conjunto de sentimientos, actitudes y comportamientos negativos hacia las personas bisexuales. Es diferente de la homofobia y está muy presente en la sociedad, muchas veces incluso en los propios colectivos LGTB+. Estas son algunas formas habituales de bifobia según el informe de la Open University sobre Bisexualidad:
- La negación. Seguro que alguna vez has escuchado frases como: la bisexualidad es una fase, es una etapa de confusión, las personas bisexuales no saben lo que quieren, no se deciden… o directamente que la bisexualidad no existe. En un intento de tomárselo con humor, los colectivos de personas bisexuales muchas veces se identifican con la figura del unicornio, un animal mitológico del que todo el mundo ha oído hablar pero que nadie ha visto nunca. Otra forma más sutil de negación es el cuestionamiento directo mediante preguntas, con el fin de probar que al final nos terminamos «decidiendo» por algo. Que se lo digan a David Bowie, a quien durante un tiempo no paraban de hacerle preguntas sobre su orientación.
- La invisibilidad. Muchas veces, las personas bisexuales solemos ver definida nuestra orientación en función del género de nuestra pareja. Si estamos con alguien del género contrario, somos heterosexuales; si estamos con alguien del mismo género, somos homosexuales. Simplista, ¿verdad? Así, muchas personas bisexuales han visto su orientación invisibilizada al haber estado con personas de su mismo género. Algunos ejemplos claros de ello son Oscar Wilde y Freddie Mercury, de quienes se suele decir que eran gays (¡pero no, eran bisexuales!).
David Bowie y Freddie Mercury
- Exclusión y marginación. Incluso por parte de personas del colectivo LGTB+, en ocasiones se dice que las personas bisexuales gozan del privilegio de ser «medio» heterosexuales, por lo que tienen la posibilidad llevar una vida heterosexual y libre de estigma. Con lo cual, muchas personas bisexuales terminan experimentando rechazo tanto por parte de la sociedad en general, como por parte del propio colectivo.
- Estereotipos. Algunos de los estereotipos más habituales son que las personas bisexuales son viciosas y son más infieles. La perpetuación de este tipo de ideas lleva a que las personas bisexuales puedan experimentar rechazo en el terreno relacional, cuando el hecho de ser infiel no está relacionado con la orientación sexual sino con cómo sea cada persona. Otra forma de bifobia es la objetivización sexual de las personas bisexuales, especialmente de las mujeres bisexuales. Un ejemplo es la asociación automática de «persona bisexual = trío». Es bastante habitual que parejas heterosexuales busquen mujeres bisexuales para hacer tríos; tan habitual, que en el mundo de las no monogamias, a esto se le llama buscar unicornios: mujeres bisexuales que quieran hacer un trío con una pareja heterosexual y que a ser posible, mantenga un perfecto equilibrio entre las necesidades de la pareja. Algo que puede ser perfectamente legítimo y sano, deja de serlo en el momento en el que se mitifica u objetiviza a una persona o se le proponen las cosas de forma invasiva por el simple hecho de tener una orientación determinada.
Sea cual sea su forma, la perpetuación de estereotipos negativos puede suponer efectos dañinos para la salud mental de las personas bisexuales y el resto del colectivo LGTB+, tal y como muestran numerosos estudios. Más abajo os dejamos un vídeo de Evan Rachel Wood hablando acerca de la bisexualidad, al recibir el Premio a la Visibilidad de la Human Rights Campaing. Tal y como dice la actriz y activista, las personas bisexuales somos más susceptibles a sufrir acoso sexual, violaciones, al abuso de sustancias e incluso al suicidio. El apoyo familiar y la red social son fundamentales en la aceptación de la propia orientación sexual y una vivencia positiva de la misma. Por todo esto, se hace necesaria una educación sexual en la diversidad para acabar con mitos y estigmas alrededor de esta orientación sexual. Hacen falta más personas bisexuales visibles, más referentes positivos como Evan Rachel Wood, con los que los jóvenes y no tan jóvenes puedan sentirse identificados, dejar de sentir que son bichos raros o que no encajan, y poder así integrar de forma positiva su orientación y ser felices.
Como recurso, os dejamos también un enlace a un dossier con libros, películas y videojuegos que hacen referencia a la bisexualidad:
http://www.felgtb.org/temas/bisexualidad/documentacion/i/14048/257/bibook-bifilm-bigame
Fuentes:
- http://www.felgtb.org/temas/bisexualidad/2016bisexual
- de Elena Amor, M., y Sáez Sesma, S. 2017. El desarrollo de la orientación del deseo en relación con la erotofobia-erotofilia en una muestra de personas con orientaciones sexuales diversas. En Cabello García, M. A., del Río Olvera, y F. J., Cabello-Santamaría, F. (Ed.), Avances en Sexología Clínica (pp. 133-140). Málaga, España: Sotavento Editorial.
- https://www.pinknews.co.uk/2017/12/05/11-amazing-bisexual-heroes-everyone-should-know-about/