Con motivo del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, hemos querido dedicar nuestro artículo de hoy a algunas de las mujeres más importantes y conocidas dentro del campo de la Sexología y a hablar de los principales aportes que realizaron no sólo en este campo sino también al feminismo.
Virginia Jonhson (1925-2013): Junto con William Masters, fue pionera en el estudio de laboratorio con numerosos sujetos realizando actividades eróticas tanto en solitario como en pareja, diseñaron los primeros aparatos con los que poder estudiar la respuesta fisiológica que mostraban las personas durante el acto sexual y fueron los que, en el año 1965, postularon el primer modelo de la Respuesta Sexual Humana, que constaba de 4 fases: excitación, meseta, orgasmo y resolución, las cuales se acompañan de una serie de cambios fisiológicos característicos que pudieron medir y determinar, tanto en el cuerpo masculino como en el femenino.
¿Os suena la serie de televisión Masters of Sex? Está basada en el libro homónimo, que recopila la biografía de Masters y Jonhson. De la serie, os recomendamos especialmente la primera temporada, que plasma de forma estética y entretenida cómo empezaron a trabajar juntos y los inicios de sus investigaciones.
Helen S Kaplan (1929-1995): Kaplan, en torno al año 1978, realizó un valioso aporte al modelo de la Respuesta Sexual Humana de Masters y Johnson añadiendo una fase anterior a la excitación, el deseo y postulando un modelo trifásico que constaba de: deseo, excitación y orgasmo. Para ello se basó sobre todo en su experiencia clínica y sus fracasos terapéuticos. También aportó mucho a la Terapia Sexológica, introduciendo en ella numerosos elementos propios de la psicología y la psicoterapia. Estudió extensamente las diferentes dificultades sexuales que llevan a las personas a acudir a consulta y produjo numerosa literatura acerca de los tratamientos específicos para cada una de ellas (por ejemplo: Manual ilustrado de Terapia Sexual, La Nueva Terapia Sexual I y la Nueva Terapia Sexual II).
Shere Hite (1942): El principal y más valioso aporte de Hite no sólo para la Sexología sino para el feminismo y la sexualidad femenina, fue el Informe Hite: Estudio de la sexualidad femenina, publicado en el 1976, el cual dedicó a “nosotras, como autoafirmación y celebración” (y que, desde Afines Sexología, recomendamos encarecidamente). En esta obra recopiló los testimonios de unas 3000 mujeres de EE.UU. (de diversas edades, clases sociales, etnias, etc.) que describían con sus propias palabras lo que sentían, lo que pensaban, lo que opinaban acerca de numerosas cuestiones relacionadas con el sexo como son la masturbación, el orgasmo, la estimulación del clítoris, la imposición sociocultural del coito, el lesbianismo, la sexualidad de las mujeres mayores, etc. Esto fue revolucionario porque nunca antes se les había otorgado voz a las mujeres en estos aspectos. A través de frases y datos recopilados de todas estas mujeres reales, Hite va desmontando y desmitificando falsas creencias e ideas preconcebidas acerca de la sexualidad femenina y motivando a las lectoras a que reflexionen sobre lo que quieren (y lo que no), lo que les gusta (y lo que no) y a reclamar y buscar ellas mismas su propio placer.
También resulta imprescindible citar a otra investigadora más reciente que las anteriores: Rosemary Basson, que centró sus estudios en el funcionamiento del deseo y en los diferentes factores emocionales, psicológicos y sociales que afectan al mismo. Determinó que el deseo en mujeres funcionaba de forma diferente al deseo en hombres y que, en el caso de ellas, había dos tipos de deseo diferentes. Esto sirvió para despatologizar muchos casos de mujeres que llegaban a consulta por considerar que no tenían deseo o que este era muy bajo.
Aunque algunos de los aportes que realizaron estas mujeres puedan estar desactualizados o ser más o menos acertados, no por ello dejan de ser remarcables e históricos.
Es importante ser conscientes de que, simplemente por el hecho de ser mujer, todas las mencionadas en este artículo tuvieron que luchar el doble (o el triple) que sus coetáneos hombres por hacerse escuchar. Además, tuvieron que aguantar burlas, que no las tomasen en serio, que las desprestigiasen en base a su físico… entre otras muchas cosas, si profundizamos en la biografía de cada una de ellas. Y es importante también tener en cuenta el campo en el que trabajaban porque, si hoy en día el sexo sigue siendo tabú, en su época lo era más aún.
Así que me gustaría dar las GRACIAS, así, en mayúscula, a estas mujeres que lucharon por seguir adelante con sus sueños, por continuar trabajando en lo que les gustaba, visibilizando la sexualidad femenina y dando voz a otras mujeres.
Espero que este artículo no cumpla únicamente una función divulgativa sino que también sea motivador para las mujeres que lo lean. Porque, aunque cueste, no debemos dejar que sigan pisoteando nuestros sueños y riéndose de ellos. No debemos dejar que se nos siga considerando inferiores ni menos válidas. No debemos dejar que se nos siga desinformando con respecto a nuestra sexualidad porque la información es poder.
FUERZA Y SORORIDAD.

© Sara Fratini