Seguro que has oído alguna vez la palabra asertividad y acerca de la importancia de la comunicación. Pero… ¿también lo hacemos en la cama? ¿Sabes qué es la asertividad sexual y por qué es tan importante? Hoy hablamos de ello.
El término asertividad se utiliza mucho en el ámbito de la Psicología y se considera parte de las habilidades sociales. Se refiere a los comportamientos que realizamos que están dirigidos a actuar en nuestro propio interés sin experimentar ansiedad y expresando nuestros deseos y derechos, de forma clara pero no agresiva, sin privar a otras personas de los suyos.
En el ámbito sexológico, la asertividad sexual sería la habilidad de mostrar comportamientos socialmente asertivos en un contexto erótico o sexual. De forma más específica, la asertividad sexual incluye la capacidad de iniciar contactos sexuales deseados o expresar qué cosas sí queremos; rechazar contactos sexuales no deseados o decir qué cosas no nos apetecen; así como la habilidad de negociar y utilizar métodos anticonceptivos y contra infecciones. En resumen, es la habilidad de decir «quiero esto», de una forma no invasiva y educada, y la habilidad de decir «no, muchas gracias» cuando algo no nos apetece.
La asertividad sexual que tengamos va a depender en gran parte de la educación que hayamos recibido, así como de las experiencias y aprendizajes que hayamos adquirido a lo largo de nuestra vida, pero la buena noticia es que se puede practicar y entrenar.
¿Quién tiene más asertividad sexual, las mujeres o los hombres? Los resultados de diversas investigaciones no lo dejan nada claro, algunos estudios han encontrado mayor asertividad sexual en hombres y otros en mujeres. Hay estudios que afinan más la puntería, mostrando que los hombres tienen más asertividad sexual a la hora de iniciar los contactos sexuales deseados, mientras que las mujeres tendrían mayor asertividad sexual a la hora de rechazar los contactos sexuales no deseados. Esto coincidiría con los roles de género tradicionales asignados a hombres y mujeres, por los cuales los hombres tienen un rol activo en la seducción y las mujeres el papel más pasivo de decir sí o no.
En cuanto a la orientación sexual y la asertividad, hay muy pocos estudios realizados. Pero los más recientes no parecen indicar que exista diferencia en la asertividad sexual según la orientación del deseo.
Según muestran algunos estudios, la asertividad sexual está relacionada con la erotofilia o actitudes positivas hacia la sexualidad. Es decir, las personas con unas actitudes positivas hacia la sexualidad parecen tener más facilidad para pedir las cosas en el contexto sexual o rechazarlas con educación. También se relaciona con mayores niveles de deseo erótico, con una mayor frecuencia de actividad sexual y con una mayor satisfacción con los encuentros. Esto último parece lógico, en el sentido de que si tenemos las habilidades para pedir las cosas que nos gustan, habrá una mayor comunicación y los encuentros resultarán más satisfactorios.
Con todo esto, parece importante ejercitar nuestra asertividad sexual. Numerosos estudios han corroborado que la asertividad sexual se relaciona con la evitación de infecciones de transmisión genital y embarazos no planificados mediante el uso métodos de barrera y anticonceptivos. Además, puede funcionar como un factor de protección contra ciertos tipos de agresiones sexuales, al tener entrenada la capacidad para decir no a las interacciones sexuales no deseadas, según las investigaciones de este campo. Pero más allá de cuestiones relacionadas con la salud sexual, y en estrecha relación con el consentimiento y el consenso, la asertividad sexual fomenta los contactos eróticos positivos. La asertividad sexual tiene que ver con ejercer el derecho a la toma de decisiones sobre nuestro propio cuerpo y nuestro placer, sobre las conductas eróticas deseadas y no deseadas y la sexualidad en términos generales, desde el respeto hacia las otras personas.
La asertividad sexual puede influir en nuestra sexualidad y bienestar general de forma positiva. Ya que saber decir lo que sí queremos, lo que sí nos gusta o lo que no nos gusta, de forma asertiva en contextos eróticos facilitará la comunicación con la otra persona, y por tanto, el placer y el disfrute.
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Bibliografía:
- de Elena Amor, M., & Sáez Sesma, S. (2017). Estudio sobre el desarrollo de la orientación sexual y las posibles relaciones entre la erotofilia, el deseo erótico y la asertividad sexual en una muestra de personas con orientaciones sexuales diversas. Trabajo de Fin de Máster. Universidad Camilo José Cela.
- Santos-Iglesias, P. (2012). Asertividad sexual: análisis de variables relacionadas e implicaciones clínicas. Tesis doctoral. Universidad de Granada, Granada.
- Santos-Iglesias, P., & Castro, A. (2011). Comunicación y prevención de riesgos sexuales: respuesta sexual, ITS/VIH y agresiones sexuales. En A. Trujillo Laguna (Ed.), La sexualidad en la adolescencia (pp. 85-108). Melilla, España: Consejería de Educación y Colectivos Sociales.
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